La gig economy se define como pequeños encargos de empresas hacia trabajadores independientes durante periodos cortos en los que la temporalidad está muy presente. Por un lado, la flexibilidad y la posibilidad de potenciar al máximo las capacidades creativas de los individuos y la temporalidad, la incertidumbre y la precariedad laboral por otro lado, representan las dos caras de la moneda de la gig economy. Sorprendentemente, la sociedad tiene un conocimiento escaso sobre esta realidad, que se contrapone con la necesidad creciente de gestionar este cambio en las relaciones laborales, especialmente por lo que a protección y educación de los jóvenes se refiere.

Con el fin de gestionar esta situación, nace el proyecto Giggin’ Policy, coliderado por el Friesland College (NL) y el Learning Hub Friesland (NL) y cuenta con la colaboración de 10 socios de 5 países europeos. El proyecto pretende poner el foco en el impacto que la gig economy tiene en los jóvenes. Y para poder fortalecer la posición de este colectivo se fomentarán entornos donde los jóvenes puedan participar en las estrategias económicas y laborales de las regiones involucradas; se construirán puentes entre jóvenes y las administraciones para poder establecer un canal de colaboración estrecho; se dará apoyo a los directores de los centros educativos para afrontar, juntamente con los jóvenes, esta situación; y se dotará a los jóvenes, especialmente a los más vulnerables, de herramientas para defenderse de la explotación laboral que la gig economy puede llegar a provocar.

El proyecto empezó el 15 de enero 2021 y tiene una duración de 3 años, hasta el 14 de enero de 2024.

Persona de contacto: Víctor Soria
vsoria@cambrabcn.org 

 
Documentación sobre el proyecto