La seguridad en uno mismo resulta clave a la hora de emprender. Un emprendedor con autoconfianza es capaz de atraer más oportunidades, incrementando así sus posibilidades de éxito profesional.
Existen diversas formas de trabajar nuestra imagen personal y de transmitir seguridad a los que nos rodean:
Es importante, por ejemplo, adoptar un tono de voz correcto, sereno y modulado que transmita confianza a nuestro interlocutor, hablando pausadamente y cuidando bien la dicción.
El lenguaje no verbal resulta igualmente clave: teniendo el cuerpo erguido, la cabeza alta, los hombros relajados y los brazos descruzados proyectaremos firmeza y seguridad.
Sonreír de forma natural denota tranquilidad, confianza en nosotros mismos y capacidad para socializar.
En cuarto lugar debemos evitar una mala postura a la hora de sentarnos y mantener siempre la cabeza en una posición neutral, con la barbilla ligeramente levantada.
Finalmente, tenemos que procurar caminar derechos y a un ritmo moderado, no excesivamente rápido ni tampoco demasiado lento.
El programa ‘Jóvenes para Emprender’ de la Cambra de Barcelona acompaña a jóvenes menores de 30 años que desean iniciar un proyecto empresarial cuando reúnen los requisitos de la convocatoria.