Un año más, Chile mantiene su liderazgo como la economía más competitiva de América Latina, según el Índice de Competitividad Global 2018 elaborado por el Foro Económico Mundial. Este informe analiza el nivel de prosperidad económica de 140 países a través de un conjunto de variables clave, como las instituciones, las infraestructuras, el mercado financiero, la preparación tecnológica o la innovación.

Con un PIB anual de más de 252.000 millones de euros registrado en 2018, Chile es uno de los países más dinámicos de Sudamérica. La estabilidad macroeconómica, el crecimiento sostenido, la transparencia de su legislación y la apertura comercial a nuevos mercados son algunos de los pilares fundamentales que hacen de Chile un país atractivo para aquellas empresas que tienen previsto internacionalizarse. Además, los diversos acuerdos de libre comercio firmados con el país sudamericano constituyen una plataforma excelente para tejer alianzas estratégicas.

Los principales sectores de la economía chilena son la minería -cobre, carbón y nitrato-, los productos manufacturados -procesamiento de alimentos y productos químicos- y la agricultura -pesca, viticultura y fruta-. Entre sus importaciones destacan los productos industriales y los bienes de consumo.

La Cambra de Barcelona organiza cada año viajes de prospección comercial a este destino y a otros mercados andinos caracterizados por una aceleración firme y constante.