La investigación, el desarrollo y la innovación son clave para el crecimiento económico de las empresas y de la sociedad en general. No obstante, a menudo algunos obstáculos como la financiación pueden dificultar su realización.

La intervención pública tiene por objetivo restablecer incentivos privados para proyectos que son socialmente ventajosos. Esta intercesión puede hacerse mediante ayudas directas o ayudas indirectas como, por ejemplo, las deducciones fiscales.

El estudio ‘Dificultades en la aplicación de las deducciones fiscales por actividades de I+D+I’, realizado por el Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Universidad Carlos III el 2016, revela que las empresas consideradas innovadoras no aplican las deducciones por actividades en I+D+I como debiera esperarse.

Estas son las causas principales:

- Desconocimiento de la existencia de deducciones, o bien de su normativa.
- Tramitación costosa en términos temporales, monetarios y de recursos humanos. 
- Dificultad de las empresas para documentar y justificar proyectos.
- Falta de voluntad e interés real en apostar por la innovación.

Pese a ello, desde el ámbito legislativo se está intentando dar un papel preponderante de la inversión a actividades relacionadas con la I+D+I que contribuyan a generar un beneficio a nivel microeconómico -competitividad empresarial, calidad de productos y servicios ofrecidos- y también macroeconómico -ventajas competitivas, crecimiento económico nacional e internacional, etc.-.

El servicio de Deducciones fiscales por I+D+I de la Cambra de Barcelona permite recuperar hasta un 59% de los gastos en innovación de las empresas y organizaciones.