En cualquier proceso de cambio profesional la empleabilidad es la clave para adaptarse a las exigencias del mercado de trabajo, de organizaciones y de empresas. Este concepto hace referencia a la probabilidad de conseguir un nuevo trabajo dentro o fuera de la organización que nos acoge.
Casi nadie puede ayudarnos a hacer predicciones sobre nuestra empleabilidad real. Una de las dificultades de este proceso reside en la soledad con la que afrontamos decisiones sobre qué estudiar, en qué sector buscar trabajo, a qué empresa presentar nuestro perfil o cuáles son las capacidades que tenemos que adquirir para asumir con éxito nuevas responsabilidades laborales. Pese a ello, es incuestionable que para alcanzar nuevos retos profesionales tenemos que aportar valor a los reclutadores o a nuestros superiores. Dar un verdadero sentido a la idea de la reinvención profesional quiere decir ser capaz de sacar partido a aquello que ya sabemos hacer en otro sector, empresa o departamento.
Tomar caminos diferentes o alternativos, en definitiva, supone haber adquirido determinadas competencias que pueden ser aplicadas en otro contexto. Hoy en día, para diferenciarse de otros candidatos no suelen ser suficientes los conocimientos ni las cualidades técnicas, porque las organizaciones suelen valorar sobre todo las habilidades transversales, que son las más difíciles de enseñar. Se ponderan, especialmente, las capacidades comerciales y de seducción; la adaptabilidad y el autoaprendizaje; la capacidad de reciclarse permanentemente; la habilidad para trabajar en entornos multidisciplinares... Todas ellas relacionadas con la disposición para trabajar en entornos cambiantes y en distintos lugares, demostrando flexibilidad funcional, creatividad, innovación, habilidades relacionales y comunicativas, y una faceta internacional relevante.
Es sabido que los canales tradicionales utilizados para la búsqueda de empleo han cambiado en los últimos años. Así, según datos del CIS, más de un 45% de los españoles habría encontrado trabajo a través del networking en el año 2016, por encima del 22% que lo habría hecho a través de entrevistas, portales de empleo o bien anuncios. Para aumentar la empleabilidad es fundamental, por tanto, disponer de una red de contactos suficientemente extensa.
La Cambra de Barcelona, mediante el Programa de Garantía Juvenil, acoge y acompaña a jóvenes en el camino de mejora de su empleabilidad, ofreciéndoles orientación e itinerarios de formación gratuita orientados a la inserción profesional.