La empresa familiar ha jugado siempre un papel clave en la economía catalana gracias a su importancia en la creación de puestos de trabajo, en la exportación y en la implantación productiva en otros países. Actualmente encontramos empresas familiares en diversos sectores y actividades mercantiles repartidas por todo el territorio, con diferentes dimensiones e implantaciones de mercado que cubren desde el ámbito local hasta el internacional.

Igual que en otros tipos de empresa, la gestión empresarial resulta decisiva para garantizar el buen funcionamiento de las compañías familiares. Estudios específicos realizados en la última década en Cataluña explican que la rentabilidad de éstas puede disminuir hasta diez veces si la gestión la asumen miembros de la misma familia, o bien si hay un elevado número de parientes trabajando.

Según los expertos, las empresas familiares dirigidas por un profesional externo o por hermanos de manera compartida tienden a obtener más beneficios y a registrar aumentos de la productividad superiores al 100% respecto a aquellas que están en manos de los mismos familiares.

El Programa de Consejeros de empresa familiar coorganizado desde ya hace años por la Cambra de Barcelona contribuye a matizar la hipótesis según la cual cuando mayor es el porcentaje de trabajadores familiares en la empresa, más disminuyen sus probabilidades de éxito.