La República Dominicana es un mercado con interesantes oportunidades comerciales. La economía dominicana supone prácticamente la mitad del producto bruto de la cuenca del Caribe. El país presenta una estabilidad político-social desde hace varias décadas y su PIB experimenta un crecimiento anual entorno al 6%. Además, como mercado de destino para los países europeos, la República Dominicana absorbe el 26% de la exportación de la Unión Europea destinada al Caribe.
Según el Informe Económico y Comercial elaborado por la Oficina Económica y Comercial de España en Santo Domingo, el mercado de importación dominicano está creciendo lentamente durante los últimos años, dominando en las compras los bienes de consumo, alimentarios y agrícolas básicos, seguidos de equipamiento y materias primas. Conviene tener en cuenta que los aranceles a los productos europeos son bajos o bien inexistentes gracias al Acuerdo de Asociación Económica (EPA) firmado con la UE.
A la hora de hacer negocios con la República Dominica hay que tener presente el repartimiento geográfico de los destinatarios finales. Por lo que se refiere a los bienes, la actividad comercial se centra sobre todo alrededor de Santo Domingo, que absorbe la mitad del total. En cuanto a los servicios y proyectos, la concentración en la capital -sede de organismos oficiales y de la mayoría de grupos económicos- es casi completa. En bienes de capital, equipamiento y proyectos para al sector público es frecuente que el vendedor tenga que buscar financiación.
La Cambra de Barcelona organiza sistemáticamente misiones comerciales al mercado caribeño y ayuda a empresarios a prospectar oportunidades.