El porqué de la segmentación sectorial de los clientes

Cada cliente es distinto y tiene, por tanto, intereses y necesidades distintas. A la hora de definir la estrategia de marketing algunas empresas cometen el error de dirigir su acción comercial al máximo número de personas posible, en lugar de centrarse en segmentos de público específicos. La segmentación de clientes consiste precisamente en dividir los potenciales consumidores en grupos para adaptar la oferta de productos y servicios a las necesidades concretas de cada uno de ellos.

Hay diversos criterios para clasificar los clientes:

- Si se trata de personas (marketing B2C), la segmentación se basa en factores demográficos: edad, sexo, estado civil, etc.
- Si, en cambio, se trata de empresas (marketing B2B), se valoran otras variables, como por ejemplo el sector de actividad, el ámbito geográfico o bien el número de trabajadores.

En el segundo de los casos, la especialización en un segmento de clientes del mismo sector de actividad es altamente recomendable, ya que aporta grandes ventajas:

- Incrementa la competencia del responsable de ventas, en disponer éste de información exhaustiva sobre el sector en cuestión.
- Reduce la cartera de productos a gestionar, ya que se centra en aquellos que son más relevantes para cada tipo de cliente.
- Fomenta y facilita la prospección de nuevos clientes.
- Favorece una adaptación más ajustada a las necesidades reales de los clientes.
- A nivel organizativo, propicia la alineación de las campañas de marketing con la red de ventas.

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